Queremos que el entorno de nuestros alumnos sea atractivo para así estimularlos a través del juego y de la enseñanza lúdica. Nuestra aula de dos años es una preciosa y acogedora casita de madera que conforma el contexto perfecto para que nuestros niños desarrollen sus capacidades, respetando siempre sus ritmos individuales. Nuestros espacios y materiales, tanto en el interior de la casita como en el exterior, están adaptados a sus necesidades para garantizar que todos participen y se sientan cómodos.
En muchos casos, para nuestros niños es su primer contacto con la escuela, por lo que trabajamos cada adaptación de manera personalizada, tanto con ellos como con sus familias, atendiendo así a las exigencias y preocupaciones de cada una.
Partimos de las necesidades y de los intereses de nuestros alumnos para que a través del cariño y de la experimentación vayan ganando autonomía a la vez que desarrollan una autoestima segura y positiva. Para nosotros es fundamental la comunicación diaria con las familias, así como su implicación y participación en la vida escolar de sus hijos.