La transición de Primaria a Secundaria se realiza con delicadeza, comprendiendo las características propias de la edad y poniéndolas en valor para desarrollar el espíritu crítico y la confianza en uno mismo, dentro de un entorno familiar.
Abrimos la puerta a una nueva etapa en la que nuestros alumnos necesitan orientación y guía para sentirse acompañados ante los nuevos retos.
Nuestros principios pedagógicos de educación integral inspiran la labor docente para que los valores formen parte de la convivencia diaria. Fomentamos el aprendizaje autónomo y la realización de proyectos, que dan continuidad al trabajo cooperativo e individual, que se inició en Infantil y Primaria.
Promovemos el despliegue de los dones personales para que sean una fortaleza, tanto en el desarrollo propio como en el de la comunidad. La creatividad impregna el día a día, tanto en la investigación como en la expresión de la sensibilidad artística.
Fomentamos el interés por saber a través del respeto, la vida sana con ejercicio físico diario y el aprendizaje vivencial con conexión entre materias, dentro y fuera del aula.
Aprovechamos el entorno natural y las propuestas culturales que nos ofrece la ciudad para que los alumnos integren los conocimientos en su vida cotidiana.
El cuidado de nuestro entorno, la colaboración dentro de la escuela y el gusto por el trabajo bien hecho, imprimen una seña de identidad en nuestros alumnos que nos hace pensar que se comprometerán socialmente por un mundo más justo.